jueves, 20 de noviembre de 2008

EXPERTO EN MEDICINA: por Oswaldo Acosta

Un enemigo temible a vencer: la tuberculosis

La tuberculosis es una infección bacteriana contagiosa que compromete principalmente los pulmones, pero puede propagarse a otros órganos. Es causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis) y se puede adquirir por la inhalación de gotitas de aire provenientes de la tos o el estornudo de una persona infectada. La etapa primaria de la infección generalmente es asintomática (sin síntomas). En los Estados Unidos, la mayoría de las personas se recupera de la infección de tuberculosis primaria sin evidencia posterior de la enfermedad. Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad se puede volver activa en cuestión de semanas después de la infección primaria o puede permanecer latente por años y reaparecer posteriormente.

Las siguientes personas están en riesgo de tuberculosis activa:

·Los ancianos
·Los bebés
·Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, por ejemplo, debido a SIDA, quimioterapia o medicamentos antirrechazo administrados después de un trasplante de órgano

El riesgo de contraer la tuberculosis aumenta si la persona:

·Está en contacto frecuente con personas que padecen la enfermedad
Vive en condiciones de vida insalubres o de hacinamiento, se está desnutrido.

Los siguientes factores pueden incrementar la tasa de infección tuberculosa en una población:

Aumento de las infecciones por VIH
Aumento en el número de personas sin hogar (ambiente de pobreza y mala nutrición)
Aparición de cepas de la tuberculosis resistentes a las drogas

Síntomas

Si aparecen, se limitan a una:

Tos mínima y una fiebre leve, fatiga, pérdida involuntaria de peso, tos sanguinolenta, fiebre y sudoración nocturna. La Tos que produce flema.

Los síntomas adicionales que pueden estar asociados con la enfermedad son: sibilancias, sudoración excesiva, especialmente en la noche, dolor en el pecho, dificultad respiratoria.

Signos y exámenes

El examen de pulmón con el estetoscopio puede revelar crepitaciones (sonidos respiratorios inusuales). Se puede presentar agrandamiento o sensibilidad de los ganglios linfáticos en el cuello u otras áreas. Se puede detectar líquido alrededor del pulmón y se pueden presentar dedos hipocráticos en manos y pies.
Los exámenes pueden ser:

Radiografía de tórax

Cultivos de esputo

Prueba cutánea de tuberculina




Descripción de la prueba

Con una pequeña aguja se inyecta debajo de la piel de su brazo un material para laprueba llamado tuberculina. Usted no puede contraer la TB por el material de laprueba. En 2 o 3 días, usted tiene que regresar y que un trabajador de la salud miresu brazo.

Los resultados de la prueba

Su prueba puede resultar "positiva" si usted tiene un pequeño bulto en su brazo. Untrabajador de la salud medirá el tamaño del bulto y decidirá si el resultado de suprueba es positivo. Si resulta positivo, usted necesitará pruebas adicionales, comouna radiografía de pecho, para saber si tiene la infección de la TB o la enfermedadde la TB.

La prueba será "negativa" si no tiene se forma un bulto en el brazo. Esto significa queno se tienen los gérmenes de la TB en su cuerpo. Pero, si se estuvocerca de una persona con la enfermedad de TB activa, se podría necesitar hacer la prueba de nuevo.
La prueba de piel de tuberculosis se hace para saber si se tienen gérmenes detuberculosis en su cuerpo. La prueba no dirá si tiene la enfermedad de tuberculosis activa.
Diagnóstico de la infección

La prueba de la tuberculina es poco valor en el diagnóstico de la enfermedad tuberculosa.Se considera positiva cuando es de 5>mm y esta pone de manifiesto el estado de hipersensibilidad del organismo ante proteínas del microbaterias tuberculoso. Una prueba tuberculinica positiva no distingue por si solo la infección por M. Tuberculoso de la enfermedad activa puede deberse a una exposición, previa a microbacterias ambientales o también por vacunación. BCG

Otras pruebas para diagnosticar la tuberculosis

Foto de la radigrafia de torax de un individuo con tuberculosis

· Broncoscopia

· Toracocentesis

· TC de tórax

· Prueba de sangre con interferón gamma, como la prueba QFT-Gold

· Biopsia del tejido afectado (poco común)

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es curar la infección con drogas que combatan la bacteria de la tuberculosis. El tratamiento inicial puede consistir de una combinación de muchas drogas y se continúa hasta que las pruebas de laboratorio muestren qué medicamento funciona mejor. El tratamiento suele durar 6 meses, aunque es posible que se requieran ciclos más prolongados de la droga para pacientes con SIDA o aquellos en quienes la enfermedad responde lentamente. Es posible que la persona deba ser hospitalizada para prevenir la propagación de la enfermedad a otros hasta que la persona ya no sea contagiosa. El tratamiento incompleto de las infecciones de tuberculosis, como el hecho de no tomarse los medicamentos durante el período de tiempo prescrito, puede contribuir a la aparición de cepas de la bacteria resistentes a las drogas.

Expectativas (pronóstico)

Los síntomas se pueden aliviar en 2 ó 3 semanas y el mejoramiento no se puede comprobar mediante radiografía de tórax hasta después de un tiempo. El pronóstico es excelente si la tuberculosis pulmonar se diagnostica a tiempo y se inicia el tratamiento.

Complicaciones

Si la tuberculosis pulmonar no se trata a tiempo, puede causar daño pulmonar permanente. Los medicamentos utilizados para tratar la tuberculosis pueden causar efectos secundarios, como hepatitis no infecciosa, al igual que una coloración café o anaranjada en las lágrimas y en la orina.

Prevención

En algunos países con alta incidencia de tuberculosis, se aplica la vacuna BCG, pero su efectividad aún sigue causando controversia. A las personas vacunadas con la BCG se les puede incluso hacer el examen de piel para tuberculosis y discutir sus resultados, en caso de ser positivos, con el médico.

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